jueves, 8 de septiembre de 2011

Mermeladas y olores a compota te devuelven la infancia...........

A Proust las magdalenas del desayuno le recordaban la infancia, a mí también me la recuerdan muchos y olores y sabores. Uno de ellos es el de la mermelada y la compota. Esta tarde he recogido como he podido  sentada en una silla manzanas que estaban ya el suelo de un manzano que plantó mi madre cuando eramos pequeños y he hecho compota. Mientras pelaba las manzanas, extremadamente pequeñas, la he recordado. Le gustaba mucho cuidar el jardín y las plantas. Le fascinaba ir a los viveros y comprar plantas o simientes. Tenía buena mano para cuidar plantas y animales. Siempre que podía nos hacía postres buenísimos e incluso a veces churros. Era una mimadora nata con todo el mundo.

vitonica.com
No sabía que hacer si seguir leyendo la novela o preparar la compota y he decidido pelar y cortar la fruta. Hace un día buenísimo, los días soleados te mecen porque los colores son inigualables y las imágenes del paisaje te envuelven de tal forma que no puddes ir más allá del disfrute y los recuerdos. Una mezcla de sensaciones maduras e infantiles. También me caía cuando era pequeña. Con frecuencia llevaba las rodillas llenas de Mercromina. Así que no ha sido difícil unir los dos recuerdos: el olor a la fruta confitándose en la cocina y la rodilla con un esbozo de costra y dolorida. Dicen que al crecer nos vamos acercando despacio a aquellos niños que fuimos............

eluniverso.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario